Tengo un idilio con la poesía desde que cumplí catorce años. Llegué a la adolescencia muy pronto y mis emociones cabalgaban sin riendas en mi vida. No sabía compartirlas con nadie ya que, desde niña, mi mundo emocional era una isla en medio de un océano. Entonces escuché un poema de Alfonsina Storni y me enamoré de las palabras.